La militancia, la Comisión Ejecutiva Municipal y el Grupo Municipal socialista estrenamos cuadernos en este nuevo curso político que comienza, pero con los principios bien asentados sobre municipalismo para la tarea de oposición que nuestros vecinos nos han encomendado.
El municipalismo que defendemos los y las socialistas, como gobierno más cercano al ciudadano, es un espacio de personas y colectivos sociales, que tiene como prioridad la captación de las diferentes sensibilidades, sobre todo de los mas afectados por los desequilibrios de la Justicia Social.
Nuestro sistema democrático deja el poder en manos de los políticos elegidos por la ciudadanía, que tenemos como actividad delegada ajustar las funciones encomendadas a una ética política que construya una legitimidad mas allá incluso de la legalidad establecida, que establezca unos valores transformadores de lo existente y que cuestione incluso esa legalidad para cambiarla.
La regeneración democrática en nuestro Ayuntamiento, pasa también por asumir valores éticos mas estrictos que los que la legalidad impone, y que los socialistas venimos demandando, porque no podemos asumir que se utilice la legalidad como argumento para obviar dichos valores.
Defendemos y defenderemos las actuaciones municipales desde la coherencia entre el decir y el hacer y con la gran necesidad de mostrar qué se hace, cuestionando problemas, por ejemplo como la deuda, que dan lugar a políticas de austeridad que repercuten de manera drástica en la ciudadanía y que hay que darle una solución, incluso, desde la denuncia de ilegitimidad.
La ética tradicional debe unirse a la forma de hacer política, porque lo que es una virtud fuera de la política institucional no puede dejar de serlo al entrar en ella y pasa por buscar referentes concretos en la ciudadanía y en los diferentes agentes sociales como algo imprescindible y que quede registrado en los códigos éticos que nuestra sociedad viene demandando.
Hay que contraponer esa ética a las malas prácticas y no solicitarla solo en abstracto sino desde la reflexión, el análisis y el debate asumidos por todos sobre lo que consideramos incorrecto, bueno o malo, ofreciendo verdades absolutas que cuando se vulneren no pueden ser objeto de petición de perdón, como concepto que exige asumir una culpabilidad que no se puede achacar nunca al ejercicio de Democracia y exigencia de Buen Gobierno que los socialistas defendemos y que hemos asumido por delegación del voto de los ciudadanos.
Carmen Pérez Gil
Secretaria general y portavoz del Grupo Municipal Socialista
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