Artículo de Lucía Villegas. Secretaria de Memoria Histórica del PSOE Rivas.

En estos días andamos conmemorando La Batalla del Jarama, (hechos ocurridas entre el 6 y el 27 de febrero de 1937) que fue denominada así, por las primeras operaciones que se realizaron en el Valle del Jarama, en el entorno de este rio, cuando el ejército sublevado franquista, con intención de cortar las comunicaciones de Madrid a Valencia, inició una acción de ataque contra las defensas del ejercito leal republicano.
El rio fue tomado en poco más de cuatro días, aunque posteriormente fueron frenados por las unidades republicanas, dispersas al principio, pero que una vez reagrupadas al mando del general José Miaja, consiguieron frenar el avance de las tropas franquistas.
Un papel relevante de este conflicto bélico defensivo, fue contar entre los combatientes con las Brigadas Internacionales, que dejaron una imborrable impronta de sacrificio y pérdida de vidas, hasta conseguir estabilizar el frente, que lograron mantener hasta prácticamente la finalización de la guerra.
Esta batalla está considerada como una de las más cruentas de la guerra civil española, aunque sin poder determinar con precisión el número de las víctimas, existe un consenso generalizado de estimaciones, que cifran entre 6.000 y 7.000 para las fuerzas sublevadas, y entre 9.000 y 10.000 para las fuerzas republicanas, de los que más de 2.500 fueron brigadistas.
La carretera de Madrid-Valencia no logró ser tomada por los sublevados, fracasando así toda la operación, siendo frecuentemente las batidas a la altura de Rivas, y no logrando ocupar el Puente de Arganda por la resistencia prestada, las unidades rebeldes trataron de ocupar la meseta de Morata de Tajuña para dirigirse a Arganda, siguiendo el curso de la carretera de San Martín de la Vega a Morata, tratando de alcanzar la carretera de Barcelona.
En todos estos lugares afectados, cada año sus poblaciones recuerdan y conmemoran estos hechos que nunca debieron producirse, con actos, representaciones, visitas a las trincheras, etc.
Durante la batalla ambos bandos hicieron obras de fortificación y atrincheramiento secundarias, no demasiado relevantes, pero de gran eficacia, que permanecen muchas de ellas en la actualidad, debiendo ser objetivo de las administraciones públicas, en este caso la Comunidad Autónoma de Madrid, su conservación y mantenimiento, esforzándose por mantener este rico patrimonio hoy en muchos casos degradado y con riesgo de irreversible pérdida, para su traslado a las futuras generaciones.
Es de gran importancia mantener viva la Memoria Histórica y Democrática, para que no caigan en el olvido estos cruentos sucesos que nunca debieron producirse, y no se olvide ese capítulo de la historia que geográficamente se desarrolló en estos municipios, donde fueron obligados a defender mediante las armas, los valores de la libertad, la democracia y al propio gobierno legítimo, rindiendo así homenaje también, a aquellos que provenientes de todos los rincones del mundo, vinieron a unirse en este universal objetivo.
Quiero finalizar mi particular homenaje a las Brigadas Internacionales, hoy como vecina de la localidad de Rivas-Vaciamadrid, transcribiendo unas estrofas de la canción, “Jarama Valley”, que tras forjarse su leyenda en la batalla, fue compuesta originalmente en inglés, pero que como muchas otras canciones de la guerra civil sufrió diferentes versiones, en este caso, tanto las que se realizaron aquí en España, como las que posteriormente se sucedieron allí en sus lugares de origen, por parte de sus supervivientes, utilizando otras estrofas más épicas y de militancia antifascista.
Jarama Valley
Fue en España en el valle del Jarama
lugar que nunca podré olvidar
pues allí cayeron camaradas
jóvenes que fueron a luchar.
Nuestro batallón era el Lincoln
luchando por defender Madrid
con el pueblo hermanados peleamos
los de la Quince Brigada allí.
Lejos ya de ese valle de lágrimas
su recuerdo nadie borrará
Y así antes de despedirnos
recordemos quién murió allá.
¡NUNCA MAS!.