Al anuncio la semana pasada de la no inclusión de la línea 9B de Metro en el nuevo sistema de control de aforos para el control de la pandemia, tenemos que añadir la tercera interrupción del servicio en la última semana de agosto, además de otra avería más ocurrida en el mes de Julio. La exclusión de este nuevo sistema supone sin duda, una increíble e inconcebible nueva discriminación a los ciudadanos del Sureste de Madrid que ven cómo deben utilizar el servicio de metro con un sistema de seguridad distinto al resto de usuarios.
A la posible y añorada vuelta a la normalidad tras las peores fases de la pandemia, no nos debe sorprender tampoco la vuelta a la rutina de los fallos en el servicio y las averías en nuestra querida, pero fallida línea 9B de metro o TFM. En estos 5 últimos años hemos visto cambiar poco el servicio de metro. A saber. Las frecuencias de paso siguen siendo las mismas, las aglomeraciones en trenes y andenes son iguales o peores, el precio del billete sigue siendo el más caro de la red, nos seguimos viendo obligados a hacer el transbordo de Puerta de Arganda, y seguimos padeciendo las mismas averías año tras año. Tan sólo se ha mejorado en la equiparación de horarios con el resto de la red de metro, y en la incorporación de 3 nuevos vagones a los 7 trenes de que disponen los gestores de la línea. Las obras del verano de 2018 que se vendieron como de modernización de la línea, no fueron más que obras de mantenimiento. Por el contrario, la población de Rivas se ha incrementado en este periodo en unas 10.000 habitantes, todos ellos potenciales usuarios de la única infraestructura ferroviaria de que se dispone en la ciudad.
Las reivindicaciones, iniciativas y protestas del PSOE de Rivas por el mal servicio de metro, han sido continuas, regulares y convincentes durante este periodo, incluso en la sede del Gobierno Regional, la Asamblea de Madrid. Todo ello no nos debe hacer cejar en el empeño de continuar mejorando está infraestructura que creemos imprescindible para el desarrollo económico, la movilidad de los/las ripenses y el buen funcionamiento de la ciudad.
No debe tampoco olvidarse el imprescindible apoyo de los/las socialistas a la movilidad sostenible del municipio, en el que el transporte ferroviario, de naturaleza eléctrica, debe suponer una de las piezas clave de la movilidad y sostenibilidad de nuestro entorno natural, fomentando el uso de un transporte público que debe llegar a ser de calidad, eficiente y respetuoso con el medio ambiente.