8 de marzo

PSOE Rivas - Elena Muñoz Echeverría

Artículo de opinión

Elena Muñoz Echeverría
Secretaria de Desarrollo Económico y Cultural

Nos trasladamos al 8 de marzo de 1857. Miles de trabajadoras del sector textil salieron a la calle en la ciudad de Nueva York para denunciar sus míseras condiciones laborales, reivindicar el recorte de horario y la abolición del trabajo infantil.

En Europa, fue en 1910 cuando, durante la 2ª Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, celebrada en Copenhague(Dinamarca) con la asistencia de más de 100 mujeres procedentes de 17 países, se decidió proclamar el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.  Detrás de esta iniciativa estaban defensoras de los derechos de las mujeres comoClara Zetkin Rosa Luxemburgo. No fijaron una fecha concreta, pero sí el mes: marzo.

Mucha agua ha pasado por debajo del puente de la Igualdad, que aún no está acabado de construir. Los distintos avatares de la historia reciente nos han mostrado como la lucha de las mujeres ha sido y es un derecho y una obligación de toda la sociedad, y nunca, nunca, es ni ha sido fácil, desde hace mucho tiempo.

Trabajo y respeto, “pan y rosas”, como indica el poema (convertido en canción) del poeta James Oppenheim, escrito en 1911, y que ahora dejamos aquí, para que sus palabras recuerden y conmemoren este día 8 de marzo en las que las mujeres seguimos reivindicando nuestros derechos:

Mientras vamos marchando, marchando, a través del hermoso día/ un millón de cocinas oscuras y miles de grises hilanderías / son tocados por un radiante sol que asoma repentinamente / ya que el pueblo nos oye cantar: -¡Pan y rosas! -¡Pan y rosas!

Mientras vamos marchando, marchando, luchamos también por los hombres / ya que ellos son hijos de mujeres, y los protegemos otra vez maternalmente / Nuestras vidas no serán explotadas desde el nacimiento hasta la muerte, / los corazones padecen hambre, al igual que los cuerpos / -¡dennos pan, pero también dennos rosas!

Mientras vamos marchando, marchando, gran cantidad de mujeres muertas / van gritando a través de nuestro canto su antiguo reclamo de pan; / sus espíritus fatigados no conocieron el pequeño arte y el amor y la belleza / -¡Sí, es por el pan que peleamos, pero también peleamos por rosas!

A medida que vamos marchando, marchando, traemos con nosotras días mejores. / El levantamiento de las mujeres significa el levantamiento de la humanidad. / Ya basta del agobio del trabajo y del holgazán: diez que trabajan para que uno repose / -¡Queremos compartir las glorias de la vida: pan y rosas, pan y rosas!

Nuestras vidas no serán explotadas desde el nacimiento hasta la muerte;/ los corazones padecen hambre, al igual que los cuerpos / -¡pan y rosas, pan y rosas!

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